51. La anciana y el pájaro

Tío Incógnito

 

Julieta era muy anciana y vivía sola en su vieja casa en medio de los olivos. Ella era la última de su familia en vivir allí. Sus hijos dejaron la vida en el campo y se fueron a la ciudad.

El olivar estaba a cargo de empleados, pues Julieta ya no podía trabajar; ella no tenía fuerzas para eso. Día tras día, ella recibía una visita muy ilustre: un pájaro le traía una aceituna. El ave la dejaba en su ventana por la mañana. Aquello era la única alegría de la mujer; ella sentía que alguien le daba atención.

Después de unas semanas, el pájaro no regresó a su casa. Ella se quedó preocupada, pensando qué habría pasado. Aun sin esperanzas, ella salió a buscar al pájaro.

Ella miró todas las oliveras, y se quedó muy feliz y sorprendida con lo que vio. El pájaro estaba en un nido. Desde aquel día, ella siempre lo llevó algo de comer y dejó cerca del olivo.