31. Recuerdo en verde
Ahora, en el otoño de mis días, recuerdo aquella fotografía.
Tardes de siesta y reposo en el olivar mientras nuestra infancia se escapaba apaciblemente entre los dedos.
Tumbados en la hierba, dejábamos los ojos bailar con el viento enredado en las copas de los árboles.
Recogíamos aceitunas y las catábamos amargas en nuestros dientes, resbalando por unas gargantas sedientas que pretendían quererlas repletas de agua y sal.
¡Éramos tan incautos, tan ingenuos! Brotes recién salidos en las ramas que apenas adivinaban su destino.
El verde todo lo teñía.
Tan fácil como respirar, tan simple como desearlo, porque todo era sencillo entonces.
Pasados los años, solo me queda el placer de pintar esas imágenes con palabras, reviviendo la memoria, recuperando sus momentos y describiendo una vida, que conformará mi historia cuando yo ya no esté aquí para contarla.