30. El árbol de la vida

Daniuska de la Caridad Viera Azcuy

 

La abuela llevaba años padeciendo, el cáncer había desgastado su salud. Se fue entre sollozos y miradas de ternura. Sabíamos que pronto pasaría, que debíamos ser fuertes. Pero nadie está preparado para estos momentos. Levantamos su cuerpo inerte y en ese momento cayó del bolsillo de su bata un arrugado papel. Diana, su nieta, lo tomó entre sus manos y con voz quebrada leyó:

´´Bajo la sombra de la vida mis restos descansarán y el preciado líquido de mí cuerpo se nutrirá´´

Todos quedaron estupefactos al escuchar aquel acertijo que parecía ser la última voluntad de la abuela. Diana abrazó el cuerpo con fuerzas, en ese momento sintió algo más en el bolsillo de la anciana. Observó dentro y encontró la respuesta del acertijo. Una aceituna.

La abuela fue enterrada en el patio de la casa y con ella fueron sepultados la aceituna y el papel con el acertijo. Su cuerpo abonó la tierra y su alma bendijo cada retoño del árbol. Pasados cinco años se alzaba un frondoso olivo en medio del patio. En este mundo jamás hubo un aceite de oliva tan puro como aquel que broto del espíritu de la abuela.