23. Longevidad

Gilabert de Oleza

 

—Papá, estos olivos ¿cuántos años tienen?

—Son centenarios como mi abuelo Miguel.

—¿Y nunca se mueren?

—Los olivos son árboles muy resistentes y desprendidos que entregan todas sus virtudes a cambio de un poco de cariño.

Ambos paseaban entre los olivos de la finca familiar, un lienzo de pura armonía de colores y de vida.

—Entonces, el yayo viejo Miguel es tan mayor porque bebe todos los días un vasito de aceite —dedujo asombrado Luisito.

—Te voy a revelar un secreto, pero no se lo puedes contar a nadie, ni tan siquiera al yayo Miguel porque se enfadaría:

“Durante la guerra civil, mi abuelo Miguel, cuando huía de unos soldados del bando contrario para salvar su vida, se tuvo que refugiar en una almazara y esconderse dentro de un depósito lleno de aceite de oliva. Durante todo el tiempo que permaneció allí, las hadas de la salud que tiene el AOVE impregnaron su piel y penetraron en su cuerpo. Aún lo habitan, y por eso tu bisabuelo Miguel es tan mayor y nunca enferma”.