21. Polisemia

Lagertha

 

Recién llegada de Chaouen, se sentía muy sola allí. Consciente de las dificultades que entrañaba a partir de los 30 establecer nuevos vínculos, decidió darle una oportunidad a esa famosa aplicación de la que tanto había oído hablar. La consideraba un pésimo recurso para entablar relaciones afectivas… pero ¿por qué no probarla para ampliar su círculo social?

Tras descartar varios perfiles, se detuvo en el de un joven de tez aceitunada. En su biografía resaltaba su conocimiento del lugar, del que era autóctono. Justo lo que ella necesitaba. En el apartado de intereses, solo unas siglas: AOVE. –Perfecto, ya tenemos algo en común– pensó. Su padre llevaba toda la vida dedicándose al cultivo de los olivos, y solo con las diferencias entre la fisonomía de los árboles de cada territorio y las formas de trabajar el fruto y la tierra, tendrían tema de conversación durante horas. Sería un intercambio interesantísimo, quizás incluso volviese con algún consejo útil para el negocio familiar.

Hicieron match y decidieron verse al día siguiente. Sin embargo, descubriría demasiado tarde que esas siglas significaban para él algo completamente diferente: era el presidente de una espeluznante asociación llamada “Ángeles del odio, la venganza y el exterminio”.