
18. Consagrata at vita et salute
Amigo, amiga pon atención con la mente y el corazón: has de saber o al menos conocer que el olivo y su fruto, la aceituna del árabe zaytun, no pertenece solo a una región, sino que desde oriente a occidente del Mediterráneo, además de en otros lugares de nuestro planeta azul, se ha ido extendiendo a caballo de diferentes culturas siglo tras siglo el cultivo y explotación de éste árbol.
Maravilloso este, de hojas bicolores, verdes y blancas. Símbolo hasta el más mínimo ápice del ser de mi comunidad, Andalucía. Recio, firme, longevo, encarna la sabiduría de nuestros ancestros.
Su laboreo dio lugar a una forma de vida entorno al mismo, convirtiéndose en un componente característico y emblemático de nuestros campos y en fuente de riqueza y deleite para Andalucía, España y el mundo.
Parco en necesidades para subsistir, no más que ma´ aqua, agua en pequeñas cantidades además de nuestro sol y por supuesto un mínimo cuidado, pero de manos duchas.
Olivo, olivos, olivares, fuente cada uno de ellos de óleos, aceites consagrados a la tierra y a las gentes que con su sabiduría y buen hacer lo laboran, para el disfrute en todas sus variedades por parte de quien tiene la suerte y el paladar de poder catarlos.
Olivo, olivos, olivares, fuente de óleos, fuente de riqueza y bienestar para unos y medio de subsistencia precaria para otros, no deja de ser un reflejo de nuestro pasado empero a la vez una luz de esperanza para generaciones futuras avaladas por una mejor gestión transversal en todos sus procesos. Con lo que todos podremos disfrutar de sus gracias en el más amplio sentido de su significado.
Olivo, olivos, olivares, fuente cada uno de ellos de óleos, olea consacrata ad vitam et salutem.