64. Los olivos sabios

Diotima
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Quizá nos haga falta hoy un poco de sabiduría, para poder vivir mejor y no solamente sobrevivir. Los viejos olivos nos están pidiendo que los escuchemos. Han vivido mucho y nos han visto hacer de todo a lo largo de la historia. Nos están mirando ahora, cuando nuestros medios tecnológicos parecen sobrepasar nuestras responsabilidades medioambientales. ¿Seremos capaces nosotros de mirarnos en ellos? Este relato nos traslada una parte del diálogo necesario entre lo nuevo y lo viejo. Aprendamos a dialogar, a oír unos de otros.

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49. Emigrantes

Natividad Villar Martínez
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Es u microrrelato reivindicativo, en el que el drama ecológico de la apuesta por un cultivo intensivo, se manifiesta en el diálogo de nuestro personaje. Subyace la comparativa del dolor de la terrible emigración.

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48. Susurros de olivo

Leyre Zárate
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Un aroma terroso y salado lleva a Juande a revivir recuerdos de su difunta esposa y sus días en el olivar familiar. Una noche, impulsado por una intensa conexión con esa fragancia, sigue su rastro hasta su olivo centenario, donde los límites entre el pasado y el presente empiezan a desdibujarse bajo el espectacular bruñido resplandor plateado de la luna llena.

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37. La promesa

Leyre Zárate
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Francisco, un niño de ocho años, no puede conciliar el sueño durante una noche lluviosa en Semana Santa. A pesar del temor a desobedecer a su madre, Francisco se siente impulsado por su fe y emprende un emocionante recorrido a través del pueblo y los olivares, buscando respuestas en un encuentro espiritual que promete cambiar su vida.

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29. El olivo agonizante

Barlovento.
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Los romanos lo introdujeron en España, su cultivo y su explotación sin duda lo perfeccionaron los árabes. Esta es una historia novelada de lo que pudo ser uno de estos curiosos eruditos que emplearon su vida a estudiar y mimar este árbol emblemático de nuestra Península.

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28. El almendro embustero

Mª Susana Rodríguez Miguélez
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Un solo árbol, taimado y egoísta, fue capaz de arruinar a un agricultor y de acabar con todo un huerto. Solo los olivos, sinceros y callados, le fueron fieles. Y solo la naturaleza fue capaz de marcar un nuevo inicio después del desastre porque ella, de momento y si somos capaces de no destruirla con nuestra codicia, es la única que puede salvarnos.

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03. El reencuentro

Ada de Goln
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Una joven mujer conduce una noche por la carretera comarcal de Castillo de Locubín cuando se encuentra una extraña niña entre los olivares. Va con camisón y un osito de peluche en la mano. Junto al olivar un terraplén, y la niña la alerta con un grito. La mujer podría haber tenido un accidente de no haber visto y escuchado a la niña, por eso la lleva consigo hasta la Hospedería Locubín para poder hacer una llamada de teléfono desde allí, donde una anciana muy extraña le dice que no tienen teléfono y se muestra muy hospitalaria con la pequeña. La hospedería está levemente iluminada por luces rojizas, que van perdiendo intensidad hasta que todo desaparece y la oscuridad más insondable envuelve a la mujer.

Desazonada porque no ve a la niña, la mujer entra en pánico hasta que aparece en su coche con la cabeza pegada en el volante, herida de gravedad. En realidad, ha sufrido un accidente. Su móvil suena, puede pedir ayuda antes de caer inconsciente y verse en una habitación de hospital, donde una enfermera le dice que está embarazada y que su bebé está bien.

Varios años más tarde, la mujer le recuerda a su hija, idéntica a la fantasmal niña de los olivares, que desde el limbo ella misma le salvó la vida.

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