213.- A la sombra del olivo

Entelequio Secundino Nucete todas las tardes, invariablemente, dormía su siesta bajo la sombra de un olivo. Hasta que un día el olivo desaparece. Entelequio sale a buscar con desesperación (y el cansancio de la siesta no dormida) a su olivo.Buscará en el pueblo, hará la pertinente denuncia en la comisaría local y buscará alguna pista que lo lleve a resolver el misterio.
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